En el año 1355, el emperador Carlos IV otorga a Monzingen los derechos de ciudad y mercado, permitiéndole organizar los más variados mercadillos.

La ana de Monzingen servía de unidad de medida a los mercaderes y a sus clientes.
Con sus 69,89 cm equivalía prácticamente a la ana prusiana (66,69 cm) introducida con carácter obligatorio en la Prusia de aquella época en 1816. Originalmente, este patrón de medida estaba fijado en la fachada del ayuntamiento.
Tras incendiarse el edificio, de origen medieval tardío, en 1860, el patrón y la piedra en la que estaba fijado fueron colocados en este lugar de la iglesia de San Martín.

El traslado del portón de entrada en 1957 dio lugar al desplazamiento de la tierra de la zona noreste de la iglesia, elevando la ana a la altura donde se sitúa hoy en día.